sábado, 30 de octubre de 2010

“Las nuevas generaciones de Líderes no están determinadas por la edad de las personas, si no por la actitud que toman ante los retos de la vida”.


Estamos a un año exactamente de participar en un nuevo proceso electoral, la sociedad guatemalteca comienza a ser bombardeada por las diferentes campañas políticas que irrumpen la debilitada tranquilidad de los guatemaltecos, quienes en un esfuerzo diario, luchan por sobrevivir en una Nación golpeada fuertemente por altos niveles de delincuencia  y el alto coste de la vida.

La falta de Líderes que orienten a la población en la búsqueda de soluciones y propuestas reales, provocan la antipatía anticipada, a un proceso que debería ser considerado una fiesta cívica, tal y como sucede en otras latitudes.

El involucramiento de nuevos actores en el escenario electoral, que oxigenen de nuevas ideas y acciones a la problemática actual, parece estar en un limbo compartido por las élites políticas y empresariales de nuestra Nación.

La oferta política de una nueva generación de líderes comienza a escucharse y hacerse presente por parte de los partidos políticos, en respuesta a la demanda del mercado, sacando a la venta del electorado una nueva marca, dirigida mediáticamente a una población que ha determinado las características de la misma, pero cuyo producto carece de los ingredientes básicos, siendo estos los principios y valores.

El cambio es una conducta natural y permanente que poseemos los seres humanos, en la política Mundial este cambio a estado enfocado a la formación y renovación constante de sus Líderes, lo cual les ha permitido fortalecer la aplicación y cumplimiento de las políticas públicas en sus naciones o bien  re direccionar las acciones planificadas para lograr alcanzar los objetivos en las metas que tienen establecidas hacia una visión en común.

En Guatemala el recambio generacional de Liderazgo en las estructuras políticas, tiene un ciclo aproximadamente de 10 años, en la década de los 80´  este ciclo permitió que junto a la coyuntura propia de la época llegara al poder el partido Democracia Cristiana Guatemalteca –DCG-, a mediados de los  90´  le toco el turno al  Partido de Avanzada Nacional – PAN-.

Si seguimos esta tendencia deberíamos de haber obtenido un cambio de Liderazgo a mediados de la década del 2010, sin embargo a mi parecer esto no se da completamente por la llegada en Latinoamérica de los gobiernos con corte populista, que influyen grandemente en la percepción de la sociedad en relación a sus necesidades y la falta de la apertura por parte de los partidos políticos al ingreso de las nuevas generaciones.

El conflicto armado interno que duro más 36 años en nuestro país, es también parte de ese vacío histórico, que no permitió a ninguno de los grupos sociales del momento, buscar y formar Lideres que estuvieran preparados a tomar la estafeta generacional, luego de finalizado este. 

El resultado lo tenemos hoy a la vista, un país sumido en la anarquía, la improvisación y la mediocridad, en cuyo pódium de Liderazgo se presentan personajes que cubriéndose con el discurso de las buenas intensiones, se venden publicitariamente como la opción de ese recambio generacional.

A pesar de esta realidad, debemos de enfocarnos a reconstruir el tejido social, como única manera de asegurarnos el nacimiento de nuevos Liderazgos. La participación de nuestra generación la cual llamo “generación bisagra”, está llamada a este rescate, participando activamente desde el ámbito en donde se desenvuelven, ya sea este Empresarial o Político. Las acciones son claras, construir ciudadanía en los más  jóvenes, rescatar la importancia del núcleo familiar, abrir los espacios de oportunidades para la educación, generar las condiciones que permitan la generación de nuevos y mejores empleos.

Nuestro compromiso es ahora, participando propositivamente como ciudadanos y trasladando a las nuevas generaciones los principios y valores necesarios para construir una nueva Nación.

“Las nuevas generaciones de Liderazgo no están determinadas por la edad de las personas si no por la actitud que toman ante los retos de la vida”